-
¿Hasta cuándo van a aguantar?
Gustavo Cadena Mathey
Buen día lector:
La pregunta salta con la angustia contenida, pero a la vez con evidente desesperación:
-¿Tú crees que esta quincena ya nos paguen?
-¡Sabrá Dios!
-¡Tú debes saber!, ¡Tú debes saber algo!, dime, ¿qué vamos a hacer?, ya son dos las quincenas que nos deben. El jefe sabe que nosotros nunca le hemos fallado y no es posible que ahora nos corte, por supuesto que él tiene lana, que no salga con que no le han depositado.
Lo que me cuentan mis amigos de lo que pasa en estos días en sus respectivas chambas está para llorar.
Son ya numerosas las oficinas de trabajadores no solo en los municipios, aquí en la mismísima capital del Estado, ¡lo que faltaba, no les entregan su quincena!
Pero, ¿qué pasa?, se preguntan unos, ¿qué vamos a hacer?, se preguntan otros, no podemos aguantar tanto, ya lo poco que podíamos ahorrar se nos acabó.
Pues no queda de otra que aguantarse, dicen, sin ya se acabó el gas, a bañarse con agua fría; a guisar con leña como antes, a caminar si no hay para el camión.
La pregunta es, ¿hasta cuándo van a aguantar?
Y lo que aquí se está reseñando por supuesto que no es un diálogo de esos previos a la Revolución y a propósito de las fiestas del Bicentenario.
No, son de esta meritita época de las galaxias, son, resultado de las nuevas epopeyas revolucionarias de la política moderna en la que los que tienen el poder le siguen tentando el agua a los camotes para ver hasta dónde aguanta el pueblo.
Nadie quiere que se nos altere nuestra armonía tradicional, pero la inquietud y la molestia van en aumento.
Para acabarla de amolarla hasta el cielo nos castiga.
El agua que se ha metido hasta el tuétano de numerosos pueblos está fermentando la desesperanza y eso no apunta a nada bueno.
Si los que pueden no quieren soltar las ayudas de a deveras quién sabe que siga.
Esto apenas está empezando.
¡Usted cómo ve el panorama?
gustavocadenamathey@hotmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario